En las mujeres, el cáncer de mama es el que más frecuentemente se diagnostica, tanto en España como en todo el Mundo. Actualmente, gracias a los avances en el diagnostico precoz y a la investigación en los tratamientos médicos, las probabilidades de curación se han incrementado notablemente: hoy en día, cerca de 85% de las pacientes se encuentran libres de la enfermedad a los cinco años del diagnostico.
De acuerdo con la guía para pacientes publicada por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), existen varios tipos de tratamientos para el cáncer de mama y la elección de uno u otro, así como la combinación de terapias, dependerá del tipo de cáncer y del estadio del mismo. Por lo general, conlleva la combinación de tratamientos dirigidos a:
La elección del tratamiento depende del tamaño del tumor y de la afectación de los ganglios linfáticos, así como del mayor o menor riesgo de que la enfermedad se haya diseminado fuera de la mama y los ganglios axilares, y, cada vez con mayor importancia, de las características biológicas de las células del tumor.
Siempre debe hacerse una valoración individual que tenga en cuenta el tamaño del tumor, su relación con el tamaño de la mama, la presencia de ganglios axilares anómalos y el deseo de cada paciente.
Respecto a la mama, la cirugía puede ser:
Consiste en el uso de radiación para erradicar las células cancerosas. Se administra después de la cirugía sobre la mama, la cicatriz de la mastectomía y los ganglios linfáticos cercanos, en función del tipo de cirugía y del mayor o menor riesgo de la enfermedad. Existen dos tipos:
Es el tratamiento más utilizado para atacar el cáncer y consiste en la administración de una combinación de fármacos antineoplásicos o quimioterápicos, generalmente por vía intravenosa.
Un alto nivel de estrógenos contribuye al crecimiento y propagación de las células cancerosas. Para evitar que esos niveles de estrógeno aumenten, existen varios tipos de terapia hormonal, con una eficacia demostrada en la reducción del riesgo de recaída y la mejora de la supervivencia. Tras la cirugía, la duración del tratamiento hormonal se extiende entre 5 y 10 años.
En los casos de los tumores que tienen una determinada alteración genética (un excesiva expresión del gen HER2) se suelen administrar fármacos biológicos, diseñados específicamente para destruir únicamente las células tumorales, ya que solo son éstas las que tienen esta alteración que produce un exceso de la proteína HER2. Se administra como único tratamiento o en combinación con quimioterapia o terapia hormonal.