El cáncer puede tener su origen en distintas áreas de la mama: los conductos, los lobulillos o el tejido intermedio, y
puede ser invasivo o no, recurrente o metastásico. Estos son los diferentes tipos de cáncer de seno:
Carcinoma ductal in situ (DCIS, siglas en inglés): es un tumor localizado en los conductos mamarios que no
invade los tejidos circundantes y no produce metástasis.
Carcinoma ductal invasivo: su origen está localizado en los conductos mamarios, pero con afectación al tejido
adiposo adyacente y a otras zonas del cuerpo.
Carcinoma tubular: su origen es el conducto lácteo, y el tumor suele ser pequeño y formado por células con
forma de tubo que son de bajo grado, es decir con apariencia similar a las células normales sanas y que
normalmente crecen lentamente. El carcinoma tubular presenta menos probabilidades de propagarse fuera de la
mama que otros tipos de cáncer de mama y es más fácil de tratar.
Carcinoma medular: aparece en el conducto lácteo y se denomina “medular” porque el tumor es una masa
suave y pulposa. No suele crecer rápidamente y por lo general no se propaga fuera de la mama hacia los
ganglios linfáticos, por lo que es más fácil de tratar que otros cánceres de seno.
Carcinoma mucinoso (o coloideo): forma poco frecuente de carcinoma ductal invasivo (con origen en el
conducto lácteo y propagación externa). En este caso el tumor se forma a partir de células anómalas que
“flotan” en acumulaciones de mucina (sustancia también conocida como moco).
Carcinoma papilar de la mama: poco frecuente, se suele diagnosticar en mujeres mayores postmenopáusicas.
En la mayoría de los casos, presenta un grado 2 y también está presente un carcinoma ductal in situ.
Carcinoma cribiforme: las células cancerosas invaden el estroma (tejidos conjuntivos de la mama) y, aunque a
menudo se combina con otras formas de carcinoma, por lo general es de bajo grado, de crecimiento lento y no
suele causar metástasis.
Carcinoma lobular invasivo: masa palpable localizada en las glándulas mamarias que se puede extender a
otros tejidos del cuerpo.
Carcinoma inflamatorio: cambia la apariencia de la piel. Se trata de una forma agresiva y de rápida evolución
que incluso puede llegar a afectar a los huesos.
Carcinoma lobular in situ (LCIS): masa palpable localizada en las glándulas mamarias.
Enfermedad de Paget en el pezón: en este caso las células cancerosas se acumulan en el pezón o a su
alrededor. Produce por lo general irritación, erosión y/o secreciones.
Tumor filoide de la mama: poco común, tiende a crecer rápidamente, pero raras veces se disemina fuera de la
mama. La mayoría de los tumores filoides son benignos, pero casi siempre exigen cirugía para reducir el riesgo
de recurrencia local.
Cáncer de mama recurrente y metastásico: Este diagnóstico establece que el cáncer de mama ha vuelto a
aparecer (recurrente) tras un determinado período de tiempo en el que no fue detectado. En caso de haberse
propagado a otras partes del cuerpo se considera también metastásico.
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