El cáncer de mama sucede cuando ciertas células se multiplican y, con el tiempo, forman una masa conocida como tumor que se puede palpar u observar mediante una mamografía. En el 90% de los casos, se origina en el conducto galactóforo -conducto por donde circula la leche- (se habla entonces de carcinoma ductal), o en las mismas glándulas mamarias (carcinoma lobulillar). También existen otros tipos menos comunes de cáncer de seno como son el medular, papilar o tubular.
En fase precoz el cáncer de mama no suele producir síntomas. Por este motivo, es fundamental realizar visitas periódicas de control y autoexplorarse de forma regular para detectar cualquier signo de advertencia. Esto permite un diagnóstico temprano y mejores resultados de tratamiento. Si bien cada persona puede experimentar síntomas distintos, estos son los más frecuentes para detectar la aparición de la enfermedad:
Si tienes algún signo que te preocupa, acude a tu médico con la mayor brevedad para realizar las pruebas necesarias y establecer un diagnóstico preciso.