Cuando aparece el cáncer de mama, lo más importante es actuar a tiempo. La detección precoz es fundamental para poder tratar la enfermedad antes de que pase a un estadio más agresivo y más resistente a los tratamientos:
En el sistema nacional de salud español y en otros países desarrollados existen desde hace varios años las campañas de cribado de cáncer de mama, que consisten en la realización de mamografías con una periodicidad entre 1 y 2 años.
Una importante revisión de los programas europeos para la detección precoz del cáncer publicada en Journal Of Medical Screening reveló que se ha conseguido una reducción de la mortalidad del 38%-48% para las mujeres que han sido sometidas a exploraciones preventivas.
Ante esta evidencia, no queda duda de la importancia que reviste para todas las mujeres, a partir de los 40 años, acudir a los llamados de las autoridades sanitarias para realizarse estos estudios.
Una revisión realizada de la evidencia científica y la situación de los cribados de cáncer de mama en España indica que la incidencia en mujeres menores de 40 años es menor al 10%, observándose una mayor incidencia de la enfermedad en las mujeres mayores de 50 años.
Aquellas mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama y, por lo tanto, con mayor riesgo, deben evaluar con el personal médico la posibilidad de realizarse estos estudios a edades más tempranas.
Las mamografías son pruebas de imagen que se toman mediante Rayos X y permiten detectar los signos sugestivos de cáncer de forma muy precoz. Aun cuando existen cánceres que no pueden ser detectados mediante la mamografía, es posible hallarlos en la revisión física del pecho realizada por un médico.
En conclusión, la exploración médica de los senos junto a la mamografía, son las técnicas más efectivas para la detección precoz del cáncer de mama.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) recomienda la exploración médica de las mamas al menos cada 3 años como parte de la exploración física rutinaria en mujeres entre 20-39 años, mientras que las mujeres mayores de 40 años deberían someterse cada año a este exámen.
Estas revisiones médicas no deben ser reemplazadas por la autoexploración mamaria, toda vez que, hasta ahora, no existe evidencia científica de que este tipo de autoexamen incida en una reducción de la mortalidad por cáncer de mama.