¿Qué es el CORTISOL? ¿Cómo puedo disminuirlo?

Cuando nuestra mente es consciente de un peligro cercano, nuestro cuerpo se activa para responder ante él. Esto ocurre gracias a la ansiedad. Nos enfoca en aquello que nos preocupa y busca una solución, como, por ejemplo, ver una señal de fuego y salir corriendo. Esta señal activa nuestro cerebro y comienzan a desencadenarse una serie de respuestas involuntarias (sudoración, aumento de la temperatura, taquicardia…) y hormonales, como es la liberación de la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas nos ayudan a buscar una solución o respuesta.

Sin embargo, si la ansiedad es mantenida, como puede ser en una situación de incertidumbre, por ejemplo, durante una situación de enfermedad, se acaba liberando exceso de cortisol que provoca otras consecuencias como pueden ser la debilitación del sistema inmunológico, el aumento de la tensión arterial, la alteración del nivel endocrinológico y la alteración de la respuesta inflamatoria. Además, también afecta a la memoria, al patrón del sueño y a la capacidad de atención.

Muchas personas que padecen ansiedad no consiguen liberarse de los miedos ante la enfermedad y les preocupa lo que el exceso de cortisol puede generar.

¿Qué podemos hacer para disminuir el cortisol?

La oxitocina es una hormona que está inversamente relacionada con el cortisol. Cuando la oxitocina aumenta, el cortisol disminuye.

Como sabemos la hormona de la oxitocina se genera en el embarazo, el parto, la lactancia y las relaciones sexuales. Pero también (aquí la parte interesante dado que podemos generarla) también está presente en la empatía, la confianza o las conductas altruistas. Cuando se libera en el cuerpo produce una sensación de calma, serenidad y mayor empatía.

Para que seamos capaces de tener más niveles de hormona de oxitocina en sangre necesitamos de los receptores del corazón y del nervio vago, que están ligados al sistema emocional.

Por lo tanto, cuando tenemos ansiedad, además de realizar respiraciones profundas u otras técnicas de relajación que estimulan el nervio vago, pero también lo podemos hacer de la siguiente manera:

  • Con agua fría, refrescándose las manos, cara o parte del cuerpo
  • Cantando
  • Riendo
  • Haciendo ejercicio (no demasiado intenso)
  • Con una buena postura al dormir
  • Con ejercicios de meditación u oración
  • Ingesta de algunos probióticos o del componente DHA del omega 3.
  • Algunos estudios indican que la acupuntura, reflexología y terapia de presión craneal disminuyen estados de alerta. (Consultar con el médico/ oncólogo).

Además, podemos generar oxitocina con el contacto con otras personas. Veamos de qué maneras:

  • Diferentes estudios indican que los abrazos o el contacto de la piel de una persona que nos aprecia libera buenas dosis de esta hormona y disminuye el estrés.
  • Tener un animal de compañía aporta serenidad a las personas que los cuidan, si se sienten unidas a ellas.
  • Cuidar y compartir con otras personas con las que te sientes comprendido y escuchado.
  • Sentirse querido y querer genera buenas dosis de oxitocina, además de dopamina y serotonina.
  • Tener compasión por otros, aliviando el sufrimiento de los demás sin generarnos a nosotros puede ayudarnos a disminuir la ansiedad.


¡Anímate a buscar maneras de generar oxitocina para mantener tu cortisol a raya y sentirte mejor!

Bibliografía:

– Rojas, M. (2021). Encuentra tu persona vitamina. Ed. Planeta. España

– Rojas, M. (2018). Cómo hacer que te pasen cosas buenas. Ed. Planeta. España

Crowe, S. Give ’Em Some Skin. Science proves that skin-to-skin contact between babies and parents benefits both parties. Stanford Children’s Health.

– (19) cortisol y oxitocina – YouTube