Linfoma no-hodgkin (LNH) es un cáncer del tejido linfático. El cáncer genera un impacto emocional y corporal en la persona, es un proceso duro donde predomina el miedo.
El linfoma puede desaparecer una vez completado el tratamiento pero la incertidumbre y preocupación por la reaparición puede ser permanente. Para las personas que el linfoma nunca desaparece totalmente y reciben tratamientos regularmente con quimioterapia, radioterapia y otras terapias, tienen que aprender a vivir con ello sobrellevando el malestar y altos niveles de estrés que ello genera.
Los efectos secundarios causados por el tratamiento pueden durar mucho tiempo, y todo el proceso de cáncer afecta y puede deteriorar diferentes áreas de tu vida, como la autoestima, la sexualidad y tu cuerpo. Tu identidad entra en crisis, cómo te ves y te percibes, tu autoconcepto. Transitar por todo este proceso de sufrimiento es una oportunidad para priorizarte, ponerte en primer lugar, ocuparte de ti y de tus emociones, y darte todo el amor que te mereces.
La sexualidad pasa a último lugar cuando está en juego la vida y la salud, la prioridad es el tratamiento. Sin embargo, está comprobado científicamente que dar y recibir amor reduce el cortisol (hormona del estrés).
Mindfulness y sus beneficios cuerpo-mente
Mindfulness es la consciencia que aparece al prestar atención a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin dejarte arrastrar por la mente, sin juzgar, rechazar o apegarte a la experiencia.
La práctica continuada de mindfulness aporta equilibrio emocional, una sensación de paz interior y serenidad que mejora tu salud general, se convierte en una forma de vivir más consciente y libre de sufrimiento. Te permite enfocarte en el presente, regular tus emociones y tener una nueva perspectiva de la situación estresante, adquirir habilidades para reducir el estrés y aumentar la autoconciencia.
La evidencia científica demuestra que integrar la práctica de Mindfulness en la vida cotidiana mejora la aceptación de la enfermedad, la calidad de vida en general, reduce la ansiedad y el estrés, mejora la sintomatología y facilita la modulación del dolor.
La manera de aprender a relacionarte con el dolor desde otro lugar es a través de una práctica diaria y gradual de Mindfulness, que promueve la aceptación del dolor, tal y como es, al aceptar la experiencia tal y como es se rompe el círculo del miedo al dolor.
Diferenciar entre dolor y sufrimiento es fundamental. El dolor es inevitable, es natural, es la sensación corporal que padecemos; sin embargo, donde sí podemos intervenir es en el sufrimiento. Éste es opcional, mental, creado, es un estado que creamos al resistirnos al dolor, y nos lleva a la oscuridad. Es duro lidiar con las emociones desagradables, por esto huimos de ellas. Para regular una emoción desagradable es imprescindible aceptarla, sentirla, entenderla y atravesarla.
El sufrimiento se alimenta de creencias disfuncionales que perpetúan tu estado de malestar como: “nunca volveré a ser feliz”, “no soy suficiente”, “doy asco”, “no me gusto”…
En el transcurso de la enfermedad es habitual ir desarrollando una tendencia auto crítica, negativa y de desolación hacia ti mism@, de auto rechazo. Mindfulness te ayuda a desarrollar una actitud de amabilidad, apertura, interés y compasión al margen de si la experiencia es agradable o desagradable; te enseña a relacionarte con el dolor y contigo de una manera distinta, más adaptativa.
Focalizar la atención permite vivir aquí y ahora disminuyendo la actividad mental relacionada con la preocupación, la crítica destructiva, el sufrimiento mental; potenciando la capacidad de adaptación y flexibilidad cognitiva.
Ama tu cuerpo igual que tu mente
Suelta todo aquello que ya no te aporte ni te sume en tu vida. Tampoco en tu cuerpo ni en tu mente, ya que están conectados. Suelta los miedos, la autoexigencia, el perfeccionismo, las expectativas, las inseguridades, tensiones, preocupaciones,… personas que no te hacen bien, las creencias limitantes que hacen que no encuentres tu esencia, suelta todo lo negativo y ábrete a lo positivo y aprende de nuevo, de cada momento que es único.
Abraza tu cuerpo, abraza tu dolor, escúchalo, ¿qué hay detrás del dolor? No luches contra él, permítete estar presente, aceptarlo, tu mente se va a resistir y a través de tus pensamientos va a generar sufrimiento.
Descansar es quererte, escucha tu cuerpo y dale lo que necesita, lo que te pide, nadie mejor que tú sabe lo que necesitas, escúchate, confía y cree en ti.
El placer y el amor mejoran el dolor, aumentan la oxitocina (hormona del amor y la felicidad) y reducen el cortisol (la hormona del estrés), por lo que abrázate muy fuerte, profundo, hasta tu alma.Tu valor como persona no tiene nada que ver con tu apariencia, la belleza está en tu esencia, conecta con tu cuerpo y disfruta de los pequeños placeres, date el permiso para liberarte. Mereces darte y recibir amor, confianza; mereces ser tratad@ con respeto, mereces ser tú.
Tu cuerpo es tu templo, tu hogar, cuídalo. Tu cuerpo siempre está pendiente de ti, te avisa, se manifiesta, escúchalo, agradécele todo lo que hace por ti. Recuerda siempre que no hay más amor que te puedes dar que el amor propio, eres la persona mas importante de tu vida, ¡priorízate!
Meditar reduce el estrés, el dolor, relaja tu cuerpo y tu mente, el presente, es el tiempo que te lleva a tu bienestar, a la gratitud, a la aceptación y a la autoconciencia. No dejes que tu mente te aleje del ahora, vive la experiencia y permanece en tu esencia. Aprende a tocarte con presencia, a querer y aceptar tu cuerpo, y descubre a través de tus sentidos nuevas sensaciones placenteras, ábrete a conocerte más profundamente. El placer sexual procede de todo el cuerpo, no solo de los genitales, cuando integras este hecho puedes empezar a conectar con tu cuerpo como si fuera una zona erógena única, modificando gradualmente la visión estética que tienes de tu cuerpo desde tu mente y las creencias que has ido adquiriendo a lo largo de tus experiencias vitales.
Conecta con tu propio cuerpo y sana el posible rechazo y dolor, si lo hay, ábrete a relacionarte sexualmente desde otra perspectiva, desarrollando una sensación profunda de autoamor y placer, aprende a relacionarte con tu cuerpo desde otro lugar, ¿qué te dices sobre tu cuerpo? ¿Te tocas? ¿Cómo lo haces? ¿Cómo te tocan los demás?¿Cómo te hace sentir?
Meditación para placer de una forma nueva
Te invito a darte placer de una forma nueva, a conectarte con lo que de verdad eres más allá de tu cuerpo, como te relacionas con tu cuerpo tiene que ver con tu autoestima y cómo te relacionas en tu vida. Como persona, estás hecha para sentir placer, eres libre, tu cuerpo está diseñado para gozar, dotado de terminaciones nerviosas, centros de placer cerebrales, sustancias, hormonas… ¡Ábrete a sentir, al placer!! Deja que tu mente se rinda a tus sensaciones.
Este momento es exclusivamente para ti, es un momento único, un reencuentro con tu esencia. Elige un espacio agradable…. colócate en una postura cómoda y cierra los ojos para conectarte a ti, ahora tu pasas a ser el ser más importante en tu vida.
Dirige tu atención a la respiración, observando el aire como entra y sale por los orificios de tu nariz… aprovecha cada exhalación para soltar tensiones, responsabilidades, preocupaciones, emociones desagradables, …. cada exhalación como una oportunidad para liberar…. Y ahora al inhalar llénate de calma y serenidad, cada inhalación es una oportunidad para conectarte de una forma más y más profunda.
Disfruta de tu cuerpo estando presente, cuando aprendes a amarte a ti mism@ sin depender de otra persona tu autoestima e imagen corporal cambian.
Deja que tus manos exploren tu cuerpo, desde la curiosidad, al ritmo de la respiración transmitiendo esta sensación amorosa. tócate lentamente y con ternura, como si fuera la primera vez, acaríciate al ritmo de tu respiración. Ahora pon una mano sobre el corazón y la otra en los genitales, sigue respirando y siente la conexión entre ambos.
Y te repites mentalmente “amo mi cuerpo y mi sexualidad” tantas veces como haga falta hasta integrarlo. Ahora cruza los brazos a la altura de tu pecho y date un auto abrazo, agradécete a ti y a tu cuerpo por lo que habéis experimentado juntos, por todo lo que ha sostenido y experiencias vividas a la largo de la vida, agradécele, y toma conciencia de que ¡tu cuerpo es tu templo!.
Deseo que vivas una experiencia realmente placentera y te ayude a vivir tu sexualidad desde otra perspectiva, desde la conexión y aceptación de tu propio cuerpo que es el paso previo al amor. El rechazo, negación o evitación del propio cuerpo genera desconexión y sufrimiento.
Habitar tu cuerpo, despertarlo, tratarlo con respeto, aceptarlo, te ayuda a reconocer que tu cuerpo está bien tal y como es. Te permite conectarte a tus necesidades y escucharte en el aquí y ahora, cuidándote, desde el respeto, conectándote a tus valores, recordándote que eres más que un cuerpo, conectándote a tu esencia, amándote.
Escrito por Dra. Emma Ribas, Psicóloga y Sexóloga