Se puede convivir con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

¿Y la gran pregunta es si podemos convivir con la enfermedad inflamatoria intestinal? La respuesta es por supuesto que sí.

Pautas que nos pueden ayudar:

1. Conocer la enfermedad: infórmate sobre la EII: que es, que es lo que pasa en nuestro cuerpo, que tratamientos existen, que podemos hacer para cuidarnos. Pero recuerda que no todo vale, busca webs fiables avaladas por profesionales sanitarios (ex. G-Educainflamatoria.com; al salir de la consulta, geteccu.org) Estar informado disminuirá la ansiedad y la incerteza y te ayudará a convivir con la EII de una forma más positiva y proactiva. 

2. Pregunta las dudas sobre la EII a tu equipo sanitario:  explícales las preocupaciones que tienes ante los tratamientos, efectos secundarios y los miedos que puedan surgir. Una buena comunicación con tu médico/enfermera te ayudará a resolver las dudas y manejar mejor los brotes y los tratamientos. Explícale también cómo afecta la EII en tu día a día y en tu calidad de vida. Una buena comunicación con tu equipo sanitario es la clave para un mejor manejo de la enfermedad.

3. La EII va a convivir contigo no dejes que se apodere de ti: piensa que puedes hacer tú por la enfermedad. Cuídate y sobre todo intenta no renunciar a las cosas que te gustan. Seguro que algunas de ellas se pueden adaptar para poder seguir disfrutando de lo que te gusta. 

4. Reconoce tus sentimientos y exprésalos: es frecuente que en algunos momentos no te sientas emocionalmente bien, puedes sentirte enfadado por tener la enfermedad, por un rebrote, cansado de los tratamientos y triste por sentirte sólo ante una enfermedad que no has pedido. Es bueno poder compartir estas emociones con las personas que sientes cercanas. Esto te ayudará a poder gestionar mejor las emociones. Ayudará a tu entorno a entender cómo te sientes.

5. Explica a tu familia y amigos lo que necesitas: que te digan que no te preocupes o que te pregunten constantemente por la EII es posible que no te ayude. Explica que a veces necesitas espacio para poder expresar y no para que te digan que tienes que hacer. Piensa que cosas hacen las personas que te rodean que te hacen sentir bien o que cosas crees que te ayudarían para mejorar el manejo de la enfermedad y explícalas. Seguro que tu entorno lo agradece porque no siempre sabemos cómo ayudar o cómo acompañar.

6. Contacta con las asociaciones de pacientes: conectar con otras personas que están en tu misma situación te pueden ayudar a afrontar mejor la enfermedad y a no sentirte sólo. Compartir experiencias, vivencias e información nos ayuda a convivir mejor con la enfermedad. 

Redacción de la autora en base a su experiencia