Necesidad real de una dieta sin gluten. ¿A quién puede beneficiar?

No es raro que en algún momento tras el diagnóstico de una EII asalte la duda sobre si es bueno o no consumir gluten, pero ¿qué es el gluten?

El gluten es una proteína compuesta por otras dos llamadas: prolaminas (gliadina, en el caso del trigo) y gluteninas, que encontramos en trigo, cebada, centeno y sus derivados (espelta, kamut, escanda, triticale…). En la industria alimentaria es de mucho interés puesto que es la responsable de dar esa esponjosidad a panes y otras masas. No es una proteína demasiado interesante a nivel nutricional debido a que es deficitaria en varios aminoácidos esenciales, pero sin más.

dieta crohn - composición del gluten
FUENTE: Wikipedia. User Marinasauri, blog https://blog.allergychef.es (Licencia CC)

Sabemos pues que 100g de trigo contienen aproximadamente: 12g de proteínas (aquí estaría el gluten), 60g de hidratos de carbono, 2 g de grasa y cantidades variables de fibra según si es refinado o integral / entero que, en ese caso serían 10g. Veremos más adelante por qué nos interesa conocer esta composición.

Hasta la fecha sabemos que una dieta sin gluten (DSG de ahora en adelante) es la que se indica para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) pero ¿qué prevalencia de celiaquía hay en personas con EII?

Pues, aunque hasta no hace mucho los estudios mostraban una prevalencia similar a la población general (1%, siendo dos veces más frecuente en mujeres), un metaanálisis de 2020 encuentra algo más de riesgo de celiaquía en pacientes con EII y viceversa, en comparación con otras poblaciones de pacientes1. Otro estudio de 2019 considera que las personas con EII también tienen más probabilidades de desarrollar SGNC, que causa síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal y diarrea después de la ingestión de alimentos con gluten2. Y otro, también de 2019, revela una prevalencia superior de celiaquía en pacientes con EII3.

Por lo que todo parece indicar que hay una prevalencia ligeramente superior de celiaquía en personas con EII.

¿Cómo sé si tengo celiaquía?

Ante la duda y, más aún, si existe celiaquía en la familia, desde Atención Primaria se puede realizar un cribado básico en sangre, esto es, que se mirará si hay niveles altos de un anticuerpo (la transglutaminasa) que responde elevándose ante el consumo de gluten, por lo que es imprescindible que la persona siga consumiéndolo para que la prueba sea fiable. Y, si no se ha mirado nunca, también se mira si hay niveles suficientes de Inmunoglobulina A. El 90% de personas con celiaquía presentarán una elevación de anticuerpos y pasará a confirmarse el diagnóstico con una endoscopia con toma de muestras de tejido del duodeno. El 10% restante sólo podrá diagnosticarse con la endoscopia.

Volviendo al punto inicial ¿es bueno o se recomienda hacer una dieta sin gluten en EII?

Pues una de las últimas revisiones de 2021 sobre si se debe recomendar dieta sin gluten (DSG de ahora en adelante) en EII concluye que para personas con EII sin celiaquía lo más probable es que el gluten sea solo un factor más responsable de los síntomas clínicos, que pueden o no estar acompañados por inflamación intestinal aumentada o sostenida. Con los datos actuales no se puede hacer una recomendación universal de DSG para personas con EII, ninguna guía clínica o directriz la sugiere4. Solo el IOIBD recientemente emitió un consenso de orientación dietética en el que declararon que no había suficientes pruebas para recomendar la restricción del trigo y el gluten tanto para la CU como para la EC mientras no haya celiaquía5. Otra revisión de 20196 sobre dietas populares en EII saca conclusiones similares.

Aunque algún estudio ha encontrado la gliadina activa la señalización de zonulina independientemente de si la persona es o no celíaca, lo que conduciría a una mayor permeabilidad intestinal7. Si esto tiene unas u otras repercusiones en EII es algo que, hasta la fecha, no se ha demostrado. 

Y en 2021 una revisión que estudió las implicaciones terapéuticas de la dieta en EII y otras autoinmunes incluía un estudio (cuestionario transversal) que tenía como objetivo evaluar la prevalencia de la DSG en el que el 66% de los participantes que la habían probado informaron de mejoría en al menos uno de los síntomas clínicos relacionados con la EII (hinchazón, diarrea, dolor abdominal, fatiga y náuseas), y el 38% informaban de menos brotes o menos graves. Otro estudio que incluía, de cohorte prospectivo, no encontró asociación entre la DSG con la actividad de la EII, la hospitalización o las tasas de cirugía8.

Por lo que parece que la evidencia, aunque sí podría mostrar ciertas mejoras de sintomatología no acompaña, desde luego, como para que podamos recomendar una DSG a modo general en EII.

¿Por qué hay personas que se encuentran mejor desde que han dejado el gluten sin ser celíacas o SGNC?

Dejar el gluten implica, en casi su mayoría, dejar el trigo y esto a su vez implica dejar una gran cantidad de ultraprocesados (galletas, bollería, masas, etc), con lo que aquí tendríamos una parte de explicación para esa mejora, pero solo una parte, pues hoy en día se pueden encontrar ultraprocesados sin gluten sin ninguna dificultad.

La otra parte la explican los fructanos. Como explicábamos al principio, el trigo no sólo se compone de gluten, también de carbohidratos y fibra, pues los fructanos concretamente son un tipo de carbohidrato que actúa como fibra prebiótica, es decir, como alimento de nuestra microbiota. Esto suena muy bien pero cuando se padece algún trastorno funcional digestivo (Ej. SII o síndrome de intestino irritable) puede dar una hinchazón, gases y molestias considerables y se ha visto que aquellas personas con EII tienen más probabilidades de padecer alguno de estos trastornos, concretamente hay estudios que indican una estimación de prevalencia de entre un tercio de los pacientes a un 40% con SII9. Y a veces no es sencillo diferenciar los síntomas del SII de los típicos de la EII. Otra parte más pequeña lo explicaría tanto el gluten como otras proteínas y sustancias del trigo como los ATI.

¿Puedo, si quiero, hacer una DSG?
Ventajas e inconvenientes

Se han visto algunas ventajas, pero es importante señalar algunos inconvenientes. Uno de ellos es que se ha visto que una DSG tiene, como todo, un impacto en nuestra microbiota, pero podría ser negativo10. La DSG provocaría una disminución en la abundancia de bacterias beneficiosas como bifidobacterias, lactobacillus11 y F. prausnitzii12 y un aumento de bacterias menos buenas: Enterobacteriaceae y Escherichia coli, lo cual podría tener un efecto proinflamatorio y potencialmente negativo sobre la mucosa intestinal13. Se ha demostrado que incluso una DSG a corto plazo puede afectar negativamente a la diversidad de la microbiota, entre otros mecanismos, reduciendo la síntesis de butirato, principal fuente de energía de nuestra microbiota intestinal que permite su crecimiento14

Entonces, como poder se puede, no necesitamos el gluten para vivir, pero antes que nada algunas recomendaciones para evitar esos efectos indeseables:

  • Si sospecha que pudiera tener celiaquía, por favor, antes de dejar de consumir gluten sería conveniente realizar un cribado serológico básico.
  • Si queremos mantener las ventajas que vienen por parte de dejar el consumo de ultraprocesados ¡no los compremos ahora sin gluten! Sí, de forma puntual si apetece, pero si no, esta ventaja la perdemos.
  • Lo que antes era trigo se debería sustituir por cereales y derivados que fueran integrales: pasta o pan de trigo sarraceno, quinoa, arroz integral, etc.

Y, por supuesto, si tienes dudas con tu planificación dietética y crees que pudiera estar faltándote algo, no dudes en consultar con un/a dietista-nutricionista.

  1. Pinto-Sanchez, M. I., Seiler, C. L., Santesso, N., Alaedini, A., Semrad, C., Lee, A. R., Bercik, P., Lebwohl, B., Leffler, D. A., Kelly, C. P., Moayyedi, P., Green, P. H., & Verdu, E. F. (2020). Association Between Inflammatory Bowel Diseases and Celiac Disease: A Systematic Review and Meta-Analysis. Gastroenterology, 159(3), 884–903.e31. https://doi.org/10.1053/j.gastro.2020.05.016
  2. Limketkai, B. N., Sepulveda, R., Hing, T., Shah, N. D., Choe, M., Limsui, D., & Shah, S. (2018). Prevalence and factors associated with gluten sensitivity in inflammatory bowel disease. Scandinavian journal of gastroenterology, 53(2), 147–151. https://doi.org/10.1080/00365521.2017.1409364
  3. Manceñido Marcos, N., Pajares Villarroya, R., Salinas Moreno, S., Arribas López, M. R., & Comas Redondo, C. (2020). The association between de novo inflammatory bowel disease and celiac disease. Revista española de enfermedades digestivas: órgano oficial de la Sociedad Española de Patología Digestiva, 112(1), 7–11. https://doi.org/10.17235/reed.2019.5535/2018
  4. Weaver, K. N., & Herfarth, H. (2021). Gluten-Free Diet in IBD: Time for a Recommendation?. Molecular nutrition & food research, 65(5), e1901274. https://doi.org/10.1002/mnfr.201901274
  5. Levine, A., Rhodes, J., Lindsay, J., Abreu, M., Kamm, M., Gibson, P., Gasche, C., Silverberg, M., Mahadevan, U., Boneh, R., Wine, E., Damas, O., Syme, G., Trakman, G., Yao, C., Stockhamer, S., Hammami, M., Garces, L., Rogler, G., Koutroubakis, I., Ananthakrishnan, A., McKeever, L. and Lewis, J., 2020. Dietary Guidance From the International Organization for the Study of Inflammatory Bowel Diseases. Clinical Gastroenterology and Hepatology, 18(6), pp.1381-1392.
  6. Weber, A. T., Shah, N. D., Sauk, J., & Limketkai, B. N. (2019). Popular Diet Trends for Inflammatory Bowel Diseases: Claims and Evidence. Current treatment options in gastroenterology, 17(4), 564–576. https://doi.org/10.1007/s11938-019-00248-z
  7. Drago, S., El Asmar, R., Di Pierro, M., Grazia Clemente, M., Tripathi, A., Sapone, A., Thakar, M., Iacono, G., Carroccio, A., D’Agate, C., Not, T., Zampini, L., Catassi, C., & Fasano, A. (2006). Gliadin, zonulin and gut permeability: Effects on celiac and non-celiac intestinal mucosa and intestinal cell lines. Scandinavian journal of gastroenterology, 41(4), 408–419. https://doi.org/10.1080/00365520500235334
  8. Jiang, Y., Jarr, K., Layton, C., Gardner, C. D., Ashouri, J. F., Abreu, M. T., & Sinha, S. R. (2021). Therapeutic Implications of Diet in Inflammatory Bowel Disease and Related Immune-Mediated Inflammatory Diseases. Nutrients, 13(3), 890. https://doi.org/10.3390/nu13030890
  9. Strid H. (2020). Prevalence of IBS-type symptoms in IBD. The lancet. Gastroenterology & hepatology, 5(12), 1029–1031. https://doi.org/10.1016/S2468-1253(20)30291-0
  10. Schreiner, P., Yilmaz, B., Rossel, J. B., Franc, Y., Misselwitz, B., Scharl, M., Zeitz, J., Frei, P., Greuter, T., Vavricka, S. R., Pittet, V., Siebenhüner, A., Juillerat, P., von Känel, R., Macpherson, A. J., Rogler, G., Biedermann, L., & Swiss IBD Cohort Study Group (2019). Vegetarian or gluten-free diets in patients with inflammatory bowel disease are associated with lower psychological well-being and a different gut microbiota, but no beneficial effects on the course of the disease. United European gastroenterology journal, 7(6), 767–781. https://doi.org/10.1177/2050640619841249
  11. Golfetto, L., de Senna, F. D., Hermes, J., Beserra, B. T., França, F., & Martinello, F. (2014). Lower bifidobacteria counts in adult patients with celiac disease on a gluten-free diet. Arquivos de gastroenterologia, 51(2), 139–143. https://doi.org/10.1590/s0004-28032014000200013
  12. Vazquez-Roque, M. I., Camilleri, M., Smyrk, T., Murray, J. A., Marietta, E., O’Neill, J., Carlson, P., Lamsam, J., Janzow, D., Eckert, D., Burton, D., & Zinsmeister, A. R. (2013). A controlled trial of gluten-free diet in patients with irritable bowel syndrome-diarrhea: effects on bowel frequency and intestinal function. Gastroenterology, 144(5), 903–911.e3. https://doi.org/10.1053/j.gastro.2013.01.049
  13. De Palma, G., Nadal, I., Collado, M. C., & Sanz, Y. (2009). Effects of a gluten-free diet on gut microbiota and immune function in healthy adult human subjects. The British journal of nutrition, 102(8), 1154–1160. https://doi.org/10.1017/S0007114509371767
  14. Bonder, M. J., Tigchelaar, E. F., Cai, X., Trynka, G., Cenit, M. C., Hrdlickova, B., Zhong, H., Vatanen, T., Gevers, D., Wijmenga, C., Wang, Y., & Zhernakova, A. (2016). The influence of a short-term gluten-free diet on the human gut microbiome. Genome medicine, 8(1), 45. https://doi.org/10.1186/s13073-016-0295-y