Herramientas para anticipar el diagnóstico de un brote

DETECCIÓN RÁPIDA DE UN BROTE DE EII

La calprotectina fecal es una proteína que procede de un tipo de glóbulos blancos o leucocitos, llamados neutrófilos. Cuando se produce una inflamación aguda estas células, junto con muchas otras, migran hacia el intestino inflamado. Los neutrófilos constituyen la principal célula inflamatoria en la colitis ulcerosa, no así en la enfermedad de Crohn en la que predomina el linfocito. Esta proteína puede medirse en cualquier fluido orgánico (sangre, orina, líquido articular o heces), siendo muy estable a temperatura ambiente. En caso de inflamación intestinal, la calprotectina se puede detectar en las heces.
La calprotectina fecal (en heces) se ha consolidado como una buena herramienta en la monitorización del tratamiento en la enfermedad inflamatoria intestinal, habiéndose establecido los valores que traducen inflamación intestinal o su ausencia.

Colitis ulcerosa

Es por ello que cuando un paciente con enfermedad inflamatoria cuya sintomatología puede explicarse por la enfermedad como el dolor o diarrea pero en la analítica sanguínea no detectamos inflamación, la calprotectina nos permite excluir o confirmar con alta fiabilidad si existe inflamación en el intestino e implementar el tratamiento adecuado.

Por otra parte, la calprotectina fecal es lo primero que se altera antes de que aparezcan los síntomas de un brote, de forma que es la única herramienta que permite predecir recaídas sobre todo en colitis ulcerosa, particularmente en los 3 meses siguientes a su determinación. Es decir, en un paciente con colitis ulcerosa con un valor de calprotectina en heces normal (inferior a 250ug/g) es altamente improbable que se presente una recidiva o brote antes de 3 meses.

Otra utilidad de la calprotectina fecal es para corroborar la resolución de la inflamación tras un brote y es quizás en este escenario clínico en el que nos permite optimizar el tratamiento con el objetivo de mantener la remisión clínica con las máximas garantías.

Enfermedad de Crohn

En la enfermedad de Crohn la monitorización de los niveles de proteína C reactiva sigue siendo de elección para detectar inflamación. No debemos olvidar que hasta un 30% de los pacientes con enfermedad de Crohn activa pueden presentar valores de proteína C reactiva normales; dado que no valoramos un solo marcador de inflamación sino más de uno (proteína C reactiva, fibrinógeno, calprotectina fecal…) de sus resultados se concluirá la presencia o no de actividad inflamatoria. En resultados discordantes puede requerirse una exploración endoscópica o radiológica.

Herramientas fiables para detección de brotes

Raine T, Bonovas S, Burisch J et al. ECCO Guidelines on Therapeutics in Ulcerative Colitis: Medical Treatment. J. Crohns Colitis. 2022 Jan 28;16(1):2-17. doi: 10.1093/ecco-jcc/jjab178.PMID: 34635919.

Torres J, Bonovas S, Doherty et al. ECCO Guidelines on Therapeutics in Crohn’s Disease: Medical Treatment. J Crohns Colitis. 2020 Jan 1;14(1):4-22. doi: 10.1093/ecco-jcc/jjz180.PMID: 3171115

Sicilia B, García-López S, González-Lama et al. Grupo Español de Trabajo de Enfermedad de Crohn; Colitis Ulcerosa o Spanish Group for Working on Crohn’s Disease and Ulcerative Colitis (GETECCU). GETECCU 2020 guidelines for the treatment of ulcerative colitis. Developed using the GRADE approach.
Gastroenterol Hepatol. 2020 Aug;43 Suppl 1:1-57. doi: 10.1016/j.gastrohep.2020.07.001.PMID: 32807301