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La Enfermedad inflamatoria intestinal(EII) es una enfermedad crónica. La sintomatología de los brotes de la enfermedad interfiere de manera muy significativa en nuestra vida diaria, afectando nuestras relaciones sociales, nuestra actividad laboral y nuestra calidad de vida.

En los casos más graves, tanto la evolución de la enfermedad como el tratamiento pueden requerir una intervención quirúrgica originando, en muchas ocasiones, secuelas permanentes. Cuando estos síntomas crónicos nos dificultan la realización de las actividades de la vida diaria y, en especial, las actividades laborales, hablamos de discapacidad.

Cuando esta discapacidad es lo suficientemente importante, puede tener un reconocimiento por parte de las autoridades. Este reconocimiento tiene dos ámbitos bien diferenciados, uno para los trabajadores y otro para toda la población general, independientemente de su situación laboral.

Junto con Xavier Calvet, Gastroenterólogo de la unidad de enfermedad inflamatoria del Hospital Parc Taulí de Sabadell y experto en el tema, revisaremos los aspectos básicos que debemos conocer sobre la discapacidad asociada a la EII.

Tipos y grados de discapacidad

Para los trabajadores con una discapacidad importante, la seguridad social puede reconocer varios grados de incapacidad permanente. Los más frecuentes son: la incapacidad total, en la que no podemos ejercer nuestra profesión pero si otra distinta con diferentes requerimientos físicos e intelectuales; la incapacidad absoluta que no permite ningún tipo de trabajo. En última instancia, el reconocimiento del grado de discapacidad depende de los servicios sociales. Se expresa en porcentaje y da derecho a una serie de ventajas laborales y fiscales tanto para el paciente como para la empresa, en función del grado.

20 diciembre, 2022
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¿Qué hay que hacer para solicitar la discapacidad laboral?

En general no se considera que un paciente de EII controlado con tratamiento y sin secuelas sea candidato a una incapacidad o a un grado importante de discapacidad. Se requiere una enfermedad con mala evolución y, a menudo, patologías asociadas.
Aquí revisamos las posibles vías para solicitar la incapacidad o la valoración del grado de discapacidad, así como los requerimientos de los informes médicos que habitualmente solicitan los evaluadores.
Finalmente se plantea la pregunta de si debemos informar o no de la enfermedad en una entrevista de trabajo.

20 diciembre, 2022
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